Con cinco o seis años de edad, sacar sonido a un teclado Casio era mi juego preferido. Poco después, lo que comenzó siendo un juguete se convirtió en un piano de verdad, y lo que era un pasatiempo se transformó, sin darme cuenta, en mi pasión. Tras años de formación, con muchos esfuerzos familiares y personales, esa pasión acabó siendo mi vida.
Porque mi vida es compartir la mejor música. Sea tocándola en un escenario, enseñándola en un aula, o contándola en una charla o a través de un micrófono. Pero no he llegado a esta conclusión de casualidad, sino tras salir al escenario cientos de veces, recibir más de 40 premios nacionales e internacionales, y haber realizado o participado en multitud de programas de radio y podcast. Si quieres saber cómo ha sido este camino, te invito a echar un vistazo a mi biografía.